
Tokyo Sex Destruction
Capsula
Viernes 7 de Mayo de 2010.
Apolo [2], Barcelona.
La discográfica independiente BCore celebraba este fin de semana en la Apolo [2] su 20 aniversario desplegando toda su artillería con una serie de conciertos a cargo de los grupos más representativos de su sello.
Diversos compromisos (y que también hay que cenar!) nos impidieron llegar con puntualidad y, cuando entramos a la sala, estaba ya sobre el escenario el trío hispano-argentino Capsula (sin acento). Pero de ellos hablaré más adelante… También estaba previsto que actuasen The Unfinished Sympathy pero, al parecer, se han disuelto recientemente.
Esta vez había menos gente de la que me esperaba (el Anti-karaoke® -sí amigos, es un nombre registrado- de Rachel Arieff lleva más público cada lunes a la misma sala) pero, lejos de ser un problema, se estaba más cómodo que otras veces.
Y entonces llegó la hora de Tokyo Sex Destruction.
Con los conciertos pasa un poco como con las películas. Normalmente vas con tus expectativas (buenas o malas) y juicios previos (propios o ajenos) y eso te acaba condicionando. En mi caso, me habían hablado muy bien de ellos y, en consecuencia, me llevé una terrible decepción.
Al cantante (pandereta en mano) le costaba la vida entonar, confundiendo muchas veces la energía con gritar. Además, era de esos (y ya entro en gustos personales) que ponen voz de cansancio entre canciones para hablar o presentar los temas.
La guitarra estaba excesivamente alta y se comía al resto de instrumentos (aunque esto probablemente fue debido a que desde la mesa malinterpretaron la petición del guitarrista de que le subiesen el micro para coros y le subieron, más todavía, la salida) haciendo que el grupo entero sonase descompensado.
Desconozco su trayectoria (creo que tienen ya 4 o 5 discos), pero daba la sensación de que era el concierto de un grupo que acabase de empezar y no tuviese definido aún el estilo (lo único rescatable para mi fueron un par de momentos instrumentales de bajo, percusión y batería que me recordaron, salvando las enormes distancias, a The Mars Volta). Alguien me comentó que sonaban como un Marc Bolan sin groove…
Tampoco les ayudaba demasiado a conectar con el público el hecho de que su cantante recriminase que la gente no aplaudiese con frases como “esto es un cumpleaños, no un entierro”, o “vamos a acabar rápido que después hay dj’s y molan más”. Lo ilustra bastante bien el comentario de una chica que, ante el final del último tema que cerraba la actuación con un interminable acople, gritaba “basta ya, coño!”.
Volviendo a Capsula, las posturitas, camisa abierta y look de estrella atormentada del cantante me hicieron desconfiar en un principio (q la bajista llevase orejas de gata, sumaba). Aun así, gota a gota, canción a canción, en una curiosa mezcla garajera de Sonic Youth, Pixies y los Stooges, fueron haciéndose un hueco en mi cerebro hasta conseguir que cambiase mi impresión.
Puede que parte de la culpa fuese de Tokyo Sex Destruction pero, en comparación, Capsula sonaba mejor, más coherente, más contundente, más cohesionado, más fluido, con más ritmo y más interesante. Sabían a lo que jugaban y jugaban bien.
Si hasta han conseguido que me vuelva a plantear ir al BBK Live!
Tokyo Sex Destruction
www.myspace.com/tokyosexdestruction
Capsula