
Megadeth
Martes 1 de Junio de 2010.
Razzmatazz, Barcelona.
Vasos de cerveza por el suelo, pantalones ajustados, un mar de camisetas negras, calaveras, tatuajes de cantina, pelos largos (alguna melena pantene), olor a sudor, a gasolina, desmayos, cuernos, pocas mujeres, mucha distorsión y música a todo volumen. Definitivamente, no es la fiesta de cumpleaños de CR7, es Megadeth, es puro Metal!
Las colas para acceder al interior de Razzmatazz le daban la vuelta completa a la manzana horas antes del inicio y se notaba la expectación por ver a la banda de Mustaine (de hecho la sufrieron los teloneros, Vortice).
Megadeth, el hijo de la ira de Dave Mustaine (el grupo surgió a raíz de su expulsión de Metallica, el resto es historia y está en la wikipedia), uno de los cuatro grandes del trash metal californiano de los 80 junto a Anthrax, Slayer y Metallica, aterrizaba en Barcelona en su gira The Endgame Tour para presentar su último disco.
Si bien, después de tocar un par de temas de su nuevo trabajo y algunos éxitos como Wake up dead o In my darkest hour (tema escrito tras conocer la muerte de su amigo Cliff Burton), sorprendieron interpretando desde la primera canción a la última, el que para muchos es su mejor disco, Rust in Peace, de 1990.
También fue sorprendente ver cómo, más allá de nostálgicos treintañeros o sexagenarios rockeros infatigables, han surgido nuevas legiones de fans para inyectar sangre fresca a la bestia (qué apocalíptico me ha quedado eso) y hacer vivir una segunda (en algunos casos, tercera) juventud a grupos que muchos daban por perdidos.
Mustaine estuvo brillante a la guitarra y aunque la voz le empezó a fallar al cuarto tema aguantó dignamente todo el concierto. El bajista David Ellefson, que en 2008 volvió al grupo después de unos años de ausencia, ofreció todo un recital como en sus mejores tiempos (aunque con menos pelo) y Chris Broderick, aunque entregado en los solos, no consiguió hacerme olvidar la baja de Marty Friedman. Del batería Shawn Drover no puedo decir mucho porque desde donde estaba no le vi ni la cara…
Entre pausas para beber agua y descansar la voz y cambios de guitarra, siguieron varios temas recientes y clásicos de la banda como A tout le monde y el multitudinariamente coreado Symphony of destruction (Mustaine ni se lo creía).
El ultimo bis dejó como regalo Trust, uno de sus últimos éxitos que les llevó a las radios de todo el mundo (hasta editaron una versión en castellano para el mercado latino), y un cierre memorable con Peace sells.
Un concierto redondo, mil veces mejor de lo que me esperaba… y es que mala hierba nunca muere, larga vida al metal!
Setlist
01. Intro – Black sabbath
02. Dialectic chaos
03. This day we fight
04. Wake up dead
05. In my darkest hour
06. Holy wars… the punishment due
07. Hangar 18
08. Take no prisoners
09. Five magics
10. Poison was the cure
11. Lucretia
12. Tornado of souls
13. Dawn Patrol
14. Rust in peace… Polaris
15. Headcrusher
16. Right to go insane
17. Sweating bullets
18. A tout le monde
19. Symphony of destruction
20. Trust
21. Peace sells
22. Outro – My way
Dedicado con cariño a A.Tomaselli y Edu Marquesini...
Red Lizard Rules!
Que envidiaaaaa !!
ResponderEliminarTengo que ver a esta gente en concierto
No sabia que Dave Ellefson habia vuelto a la banda :-/
Salud2 y espero vernos pronto !!
Red Lizard Rulezzz !
megamuerte - matar ...
ResponderEliminarEste clásico del metal tenia que verlo, no había escuchado mucho pero la verdad que me sonaban muchos temas, de esas noche del metal. Le pusieron buena aptitud y tocaron bien, pero el sonido y la voz estaba muy justa para aguantar todo el concierto, pero como dice el arturico mantuvieron el pabellón bien alto. El metal nunca muere.
Eso si habria que decirle a Dave que deje el botox y que se peine mejor la melena de leon que nos lleva... pero para decirle algo al tio este que va pegando al James Hetfield, porque le pega a su perro.
Merecio la pena.